sábado, 22 de noviembre de 2014

Se derrama el mar

Se derrama el mar
la sangre hace su recorrido
en los ojos.
Como lava, golpea
sus paredes.
Arden
mientras el mar crece
lapidando montañas.
Saltan en pedazos los acantilados.
Se derrama oscuro el mar...
Las aves suspendidas
en su vuelo, planean...
cansadas por su furia
de volar con húmedas alas,
caían
y el mar que
en sus olas
no quiso ahogarlas.
Se hizo al viento,
abandonó las playas;
en su rumor acarició
un lamento y a tiempo
se desterró.
Se llevó cadáveres;
se llevó en sus olas
la muerte
pero no a sus amadas aves.
Por sus gestos desmayados
sacrificó sus lágrimas,
y de sus aguas
extendió brazos de arena
donde reposar pudieran
sus alas
de belleza inmaculadas.

                                                Y. M. S.

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Sepan quantos esta carta vieren: conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos, como porque la principal cosa a que yo vine a estas partes no es acabada, e pues como estamos pobres e menesterosos, e faltos de seso e entendimiento, e porque lugar es este en que han de façer por grand voluntad la merçed los que agora son e de aquí adelante nos den su opinion...