A la dulce tierra,
al ruidoso mar,
al viento, alborotador,
al hermano lobo,
a la madre nutricia,
al mundo, ensordecedor,
a vosotros, hermanos en el dolor,
a todos,
un fuerte abrazo.
Un abrazo a ti también, Javier, y que te sea propicio, a ti y a los tuyos, el 2011 y que sea, puestos a pedir, algo más benévolo de lo que lo fue el 2010, que castigó tan duramente a tanta y tanta gente con la crisis y sus duras consecuencias.
Sepan quantos esta carta vieren: conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos, como porque la principal cosa a que yo vine a estas partes no es acabada, e pues como estamos pobres e menesterosos, e faltos de seso e entendimiento, e porque lugar es este en que han de façer por grand voluntad la merçed los que agora son e de aquí adelante nos den su opinion...
Abrazos recién nacidos, Javier. Que crezcan y fructifiquen en el año que tienen por delante.
ResponderEliminarFelicidades.
Espero seguir aprendiendo de ti y de tantos compañeros apasionados en este año recién horneado. Un abrazo.
ResponderEliminarA ti también, Javier, un abrazo, y el deseo de un venturoso año nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo a ti también, Javier, y que te sea propicio, a ti y a los tuyos, el 2011 y que sea, puestos a pedir, algo más benévolo de lo que lo fue el 2010, que castigó tan duramente a tanta y tanta gente con la crisis y sus duras consecuencias.
ResponderEliminarSí, un abrazo de primeras mañanas de enero que dure hasta el invierno próximo (por lo menos...)
ResponderEliminarGracias, amigos.
ResponderEliminarAbrazos y esperanza en que el 2011 será mejor (que con poco lo logramos...)
ResponderEliminarGracias también a ti, Oki.
ResponderEliminarGracias, Javier, que tengas un 2011 lleno de dicha.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Gracias, Francesc.
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