sábado, 16 de abril de 2011

Evitar

Mil veces
he roto la espada
de la rotundidad,
que me clava
en las tinieblas más densas
e inquietas,
para aliviar
ese parto de la luz
que tanto duele,
sabiendo que la luz
sólo daña a los ciegos
de corazón.

                             Y.M.S.

2 comentarios:

Sepan quantos esta carta vieren: conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos, como porque la principal cosa a que yo vine a estas partes no es acabada, e pues como estamos pobres e menesterosos, e faltos de seso e entendimiento, e porque lugar es este en que han de façer por grand voluntad la merçed los que agora son e de aquí adelante nos den su opinion...