domingo, 1 de enero de 2012

¿Adónde irán los pájaros?

Hay en el desarrollo humano un componente específico que permite avanzar adecuadamente en el aprendizaje: la imitación. Esto, que indudablemente contribuyó a la adaptación de la especie al medio propiciando su supervivencia, y que adquiere su máxima importancia durante la etapa como cachorros, tiene sin embargo, en la edad adulta, fatales consecuencias.

Es inevitable pero necesario que los hombres, cuando se juntan para deliberar, intercambien sus ideas y opiniones en aras del progreso, de la consecución de un objetivo o de una finalidad, con independencia de su licitud. Sucede, no obstante, que el ayuntamiento de muchos hombres, demasiados para que puedan hacer en común algo sensato, deviene en algarabía extrema, de suerte que ya no impera el proceso intelectivo propio del ser humano sino la ley natural del más fuerte y el aprovechamiento de la capacidad exclusivamente física para la satisfacción del instinto.

Los comportamientos así descritos pueden contemplarse en infinidad de ocasiones a lo largo y ancho de la Historia del mundo, actual y pasada, y atienden, en buena medida, a ese factor al que hacía alusión al principio, que es la imitación. Por esa rara capacidad de todo individuo de hacer –querer hacer, más bien– lo que ve a otro, y mucho mejor si no es preciso afrontar después las consecuencias, somos capaces, las personas digamos normales, de los máximos excesos, de las mayores tropelías y, en último extremo, de las peores estupideces. Metidos en harina, qué importa mancharse un poco más…

Por eso anoche, entre petardo y petardo, me preguntaba afligido adónde irían los pájaros que, por miríadas, pernoctan habitualmente en la arboleda que contemplo desde mi ventana, ante tamaña fechoría humana…

2 comentarios:

  1. Pasaba por desearte un nuevo año en el que, si no todo lo que deseas, te sea concedido todo lo que necesitas.
    Un placer ver la nueva apariencia de tu blog, y leerte a ti y a todos tus invitados. Me quedé en 'Excusatio non petita'... la última vez que pasé por aquí.
    Un cariñoso abrazo.

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  2. Gracias, Zim. Te deseo igualmente lo mejor, en estas fechas como en todas las demás fechas, sean o no navidad.

    Traté de simplificar la algarabía que supongo presentaba el anterior aspecto del blog, su barroquismo, mejor dicho. Espero haberlo logrado.

    Gracias por seguir ahí.
    Un abrazo.

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Sepan quantos esta carta vieren: conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos, como porque la principal cosa a que yo vine a estas partes no es acabada, e pues como estamos pobres e menesterosos, e faltos de seso e entendimiento, e porque lugar es este en que han de façer por grand voluntad la merçed los que agora son e de aquí adelante nos den su opinion...