viernes, 27 de abril de 2012

El burro del gitano


Cuando aprieta el hambre hay que comer, no hacer voto de ayuno. Más o menos, esto lo entiende cualquiera. Menos los políticos, claro, pues acostumbrados como están a hacer el semimono –es decir, no ver, no oír, pero sí hablar–, su verborrea les impide atender a los demás sentidos de la humana condición, sobre todo el común. Estando las cosas así, con media humanidad pasándolas canutas por la escasez de productos y la otra media, o casi, por la escasez de ideas, no queda mucho tiempo para que este seguir ahorrando esfuerzos –pero exigiéndolos, y mucho, en otros términos– en aras del cumplimiento de los pactos de estabilidad y fiscales suscritos en nuestro nombre acabe convirtiéndose en un histórico y monumental suicidio social.

¿Cómo estabilizar el mercado cuando nadie sabe qué es? ¿Cómo dar de comer a la bestia si desconocemos su gusto exacto, que es tanto como llenarle el buche con todo tipo de manjares? La teoría clásica keynesiana postula que ante la depresión se hace necesaria la intervención del Estado generando inversión. ¿Es esto cierto? Parece que los de la Escuela de Chicago se imponen en general, porque el libre albedrío del mercado triunfa, y ante la necesidad acuciante de crédito, que paradójicamente sólo puede provenir del intervencionismo estatal, fluye lo contrario, a saber, la falta absoluta de confianza de todos en nadie, o viceversa, a elegir. Los bancos, depositarios del sistema financiero, no son sus garantes, sino sus depredadores, y es el Estado el encargado de financiarlos y sanearlos para que cumplan su cometido: hacer circular el dinero. Pero esto no sucede, porque, amparados por doctrinas muy conservadoras, casi proteccionistas, captan fondos baratos del BCE para comprar deuda soberana cada vez más rentable, encareciendo los intereses que paga el Estado y cerrando un círculo infame de beneficio sin que al ciudadano-contribuyente le llegue una gota de alivio.

Las críticas de personalidades de reconocido prestigio a este estado de cosas no hacen mella en la estoica solidez de inversores, mercados y –y esto es lo verdaderamente grave– políticos, perseverantes en su austeridad incongruente.

A ver si va a ser como lo del burro del gitano, que cuando ya le había acostumbrado a no comer se murió, el tío. De hambre, claro.

9 comentarios:

  1. No les interesa que se muera el burro, mientras el burro viva, ellos montarán encima, podrán fustigarle y las multinacionales fabricarán pienso.
    Que no nos pase nada.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Tanto tiempo pasado, tantos muertos, tantas revoluciones... y no hemos aprendido nada. ¿Cuándo el hombre levantará la cabeza y mirará de frente a la vida?

      Un abrazo.

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    2. Según el distinguido etólogo Oskar Heinroth, somos el eslabón perdido en tre el mono y el hombre...Tal vez en algún momento continuemos con el proceso de erección y finalmente levantemos la cabeza.
      Un abrazo.

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    3. Por cierto, Ana, este Heinroth supongo que se referirá a lo que este vulgar escribidor descubrió, sin excavar ni nada, sólo observando a los vecinos del barrio: el homo semisapiens, que sin duda debe de ser el eslabón perdido ese... Lástima que se me olvidó enviar el artículo a Science o a Nature...

      Un abrazo.

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  2. A burro muerto, cebada al rabo, que se dice, casi enigmáticamente, aunque todo el mundo entiende que muerto el perro se acabó la rabia. Muerto el sistema no sé qué inversiones buscarán aquí despertar una economía muerta. Yo entiendo y predico y cumplo la austeridad, pero el mal no es el gasto en sí, sino el despilfarro y la "alegría gastadora" del famoso "rumbismo" español para el gasto. Aquí se ha de dejar memoria de "rumboso", porque dejarla de "tacaño" vale tanto como dejarla de "catalán", en el ideario anticatalanista del PP cuando buscaba firmas contra "Cataluña", así, como suena. A mí no me entra en la cabeza que si el Presidente del Gobierno tiene un sueldo, pongamos de 89.000 euros al año, haya más de doscientos o trescientos cargos políticos que dupliquen a gusto esa cantidad, teniendo menor responsabilidad. Las autonosuyas y entidades locales tienen una independencia de decisión en el gasto que debería tener ciertos controles básicos, como éste que señalo de las retribuciones. La legitimidad democrática se gana día a día, y tngo para mí que aquí se esta practicando una política deliberada de tierra quemada. Veremos.
    Dándole vueltas a la noria de la impotencia se me ocurrió que popularmente podríamos tomar dos iniciativas "salvajes": el derecho a la posesión de armas, como en la muy culta y repetable Usamérica; y la retirada de fondos del banco para custodiarlos en casita, bien armados. Ya digo que meo fuera de tiesto, pero alguna vez digo yo que nos cansaremos de mearnos en la pernera, ¿no?

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    1. Si juras sobre las Coplas de Manrique que llevarás la iniciativa al Congreso, te apoyaré sin fisuras, Juan. ¡Ah, ser miembro de la cofradía esa del rifle...! Y no te creas, que tengo buena puntería. Lo malo sería poder cumplir la segunda parte de tu desiderata, porque no tengo dineros ni fondos, pero, bueno, siempre podré alquilar mi Colt a un hacendado cualquiera, ¿no?

      Un abrazo.

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  3. Escuché largamente el discurso del "sistema" de cuán peculiares somos los Argentinos, una especie de "raza aparte". Mira, nos han venido bombardeando y "quemando" nuestra tierra desde que tengo uso razón y desde antes, claro, los de afuera y los de adentro. Hemos tenido una destrucción sistemática - en los años 70 - de quienes se atrevían a pensar, con la excusa de una "guerra" contra el terrorismo - que sí la hubo de algún modo, como uds tienen o han tenido la ETA, por poner algún paralelismo -. Ha habido un intento de destrucción de nuestra capacidad de reacción y de crítica, acompañado de liquidación de nuestro patrimonio común y apoderamiento de los ahorros de buena parte de la población por los bancos y el estado, en varias oportunidades (no es mala la idea de Juan Poz de retirar los ahorros de allí...). eso produce entre otras cosas, imagino, esta "raza aparte", ese homo argentinum que tan intolerable resulta. Interesante es que los mismos políticos que han cometido esos desmanes acompañan estos cambios ( digamos que estamos en un ciclo de crecimiento) que no me creo totalmente, justamente por tener MEMORIA, tal como escribe Francesc Cornadó: no les interesa que el burro muera, practican "el submarino", -bien conocido por aquí en las torturas sistemáticas de los centros clandestinos de detención - y luego le sacan la cabeza fuera, que tome suficiente aire que le permita sobrevivir, para continuar comiendo el pienso que fabrica "el sistema"...En definitiva: "Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit" y no se ha modificado demasiado, el hombre es siempre el mismo Javier, aunque hoy nos matemos con átomos y no con piedras.
    Esperemos que el "homo hispánicum" o mejor "el homo latinum europeum" no siga la evolución del argentinum, ahí si que "estamos en el horno" como decimos por acá. Siempre les queda la posibilidad de protagonizar una segunda emigración, por acá serán bienvenidos jeje, "no nos une el amor si no el espanto será por eso que nos queremos tanto"
    Un abrazo

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    1. No quisiera herir tu sentimiento patrio, Ana, pero no hay ninguna raza tan peculiar que no se parezca como una gota de agua a la que tiene al lado, hable o no la misma lengua. Sucede que, de la misma forma que individualmente, cada pueblo, cada nación, se cree tan especial que cualquier rasgo definitorio le sirve de pretexto para marcar su diferencia, el hecho diferencial que se escucha por estos lares hispanos... No tienes más que leer a cualquier mercachifle, sea vasco, catalán, de Segovia o de Andújar, para ver de qué hablo.

      En cuanto al asunto de fondo, el del burro, uno de los problemas es que al Poder se le vaya la mano y el submarino sea al final irreflotable... Jugando con los refranes, como me gusta reinventarlos, uno de mis preferidos es Dios aprieta pero no suelta, y eso, viniendo de un ateo que lo es, tiene doble mérito, creo, digo, pienso. Puede que la cosa se les vaya de las manos lo suficiente como para que la situación dé un vuelco que ni ellos desean ni nadie espera, pero la posibilidad está ahí, y hay que contar con ella.

      En fin, Ana, que nos quedamos como estamos, con YPF o sin YPF (me prometí no tocar este tema, porque ni tengo sentimientos patrioteros ni deseos de defender a ninguna multinacional, por muy española que sea, pero quizá ahora venga a cuento traerla a colación): dicen de dos vecinos que porfiaban sobre quien era el propietario de una vaca, y pusieron el litigio en manos de un abogado; éste, a la pregunta de su joven hijo sobre quién se quedaría finalmente con la vaca, respondió: Nosotros, hijo.

      Un abrazo.

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  4. Je,je Javier, justamente eso digo: somos tan "peculiares" los argentinos como la historia que tenemos. Como son "peculiares" los españoles por su historia, los alemanes por la suya por o los peruanos por la suya. La identidad de un grupo dado se va formando y cada uno tendrá sus particularidades, como cada grupo constituye un lenguaje común con sus giros y mezclas : (Cuando hablo de "raza" me refiero al término medio lunfardo en el sentido de "la raza forte que sale de la mescolanza" no me refiero a raza en el sentido genético ni biológico) Lunfardo Te pego un enlace por si te interesa.

    Por otro lado cada individuo es diferente, la fantasía de igualdad en ocasiones genera rechazo por el diferente ¡viva la diferencia! y viva también la tolerancia que nos permita ver, aceptar las diferencias y convivir unos con otros aceptándolas.
    No temas herir mi sentimiento patrio, hace rato he visto que los límites de los mapas están sólo en nuestras cabezas y por esa construcción el hombre se viene matando desde hace siglos, cosa tonta si las hay.


    Acuerdo contigo en que no sería descartable la posibilidad de que se les vaya de la mano la cosa y sucedan cosas que nadie espera.

    En cuanto a lo de YPF siempre estuve en contra de su privatización, como de la salud o la educación, por definición no creo que los temas que hacen al bien público deban estar en manos privadas así frescamente. NO apuesto por un estado anquilosado e ineficiente, TAMPOCO por el capitalismo como está funcionando...No tiene nada que ver para mi si Repsol es española o Tunecina, no tiene nada de patriotismo o patrioterismo o cualquier otro ismo. No relacionaría a Repsol contigo ni con mi padre ni con ningún otro español de a pie, por muy "española" que sea.
    Mientras los ciudadanos que más cerca tengo coman todos los días y tengan para vestirse y educarse, sean éstos bolivianos, paraguayos, peruanos, españoles, holandesdes o senegaleses, que a YPF la maneje quien mejor la administre y eso es cuestión de ensayo y error ¡¡y se ha errado bastante!!

    Un abrazo( me encantó eso del homo semisapiens!!)

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Sepan quantos esta carta vieren: conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos, como porque la principal cosa a que yo vine a estas partes no es acabada, e pues como estamos pobres e menesterosos, e faltos de seso e entendimiento, e porque lugar es este en que han de façer por grand voluntad la merçed los que agora son e de aquí adelante nos den su opinion...