Un kilo de manzanas tiene las calorías que un hombre
necesita para pasar medio día…
Un kilo de buena carne de ternera contiene las
proteínas necesarias para que un hombre adulto sobreviva cinco días...
En un kilo de sonrisas cabe mucha felicidad, y
agradecimiento…
Un kilo de abrazos es suficiente para recorrer toda una
vida sin cansarse nunca…
Un beso no pesa un kilo, pero es infinito.
Las palabras son ingrávidas, y por eso carecen de
peso…
Mil billetes de 500 € pesan un kilo, y probablemente podríamos
comprar todo cuanto hemos dicho hasta ahora..., un momento…, ¿de verdad podemos?,
¿todo? Pero si un kilo de billetes de 500 € no alimenta nada, no contiene las
proteínas necesarias para sobrevivir ni un minuto, aunque solo sea porque a
nuestro estómago le es imposible metabolizar la celulosa.
Entonces, ¿para qué sirven los billetes de 500 €?
Distopía, en todo caso, Javier. Si recuerdas el "soma" de "Un mundo feliz" o de su versión Charltonhestiana, "Soylent Green", no dudes de que hasta de los billetes de 500€ algo sacaría el capital que le permitiese seguir amasando -sin mancharse las manos- sus fortunas.
ResponderEliminarLa otra respuesta es la cínica: dámelos y te cuento...
La última, que la poesía y el dinero pueden llegar a encontrarse, aunque se requiere no poca imaginación y una absoluta carencia de sentimientos.
Concedido, Juan... Cuando la perfección nos toca con su halo, comienza la cadena infinita de errores, malentendidos y distopías. Hay que ver, siempre aborreciendo el dinero pero continuamente a vueltas con él... No encuentro más explicación que la vigilia de nuestro inconsciente, tan alerta a cualquier desviación de esa redundante adulteración del yo que nunca nos abandona.
EliminarUn abrazo
Qué buen intercambio! Me parece que aquello mismo que nos convierte en humanos cuando disfrutamos una metáfora o la belleza de una imagen poética nos hace subvalorar el kilo de carne y también el abrazo, que son lo mas real de lo real, en pos del dinero que remite a otra cosa, que no vale por su valor intrínseco si no por su valor de intercambio.
ResponderEliminarNos manejamos en diferentes niveles de comprensión o aprehensión de la realidad, pero parece que algunos se han hipertrofiado, pocos disfrutan ya con una caminata tranquila, con sólo sentir el calor del sol, con saborear un buen vino...hemos abandonado las bases, hemos olvidado que pertenecemos a una especie, que somos una parte de la naturaleza, que no somos TAN diferentes a nuestros hermanos mamíferos, que -como ellos- necesitamos el calor del cuerpo del semejante y no solo correr en pos del papelito pintado que nos permitirá "tener" tal cosa y tal otra y por ese medio llegar a "ser" o correr en pos de un "saber" que nos permitirá poder "ser".
Somos, por definición somos....En fin que somos humanos para bien y para mal.
Abrazo a ambos
No tengo yo tan claro que seamos humanos, Ana, no del todo, no... Ser humano conlleva un cierto grado de humanidad, que si bien varía de un individuo a otro, debe estar presente para protegernos de nuestra propia estupidez. Pero, a tenor de lo que veo a diario, lo que más nos gusta a estos seres humanos que somos es precisamente la estulticia en estado puro.
EliminarHabrá que aguantarse porque no quede más remedio, pero no porque nos guste la proximidad de tan nociva compañía, es decir, el dinero y ciertos seres humanos que lo veneran hasta deshumanizarse...
Un abrazo