Entre las
olas blancas
del
deshielo,
tú,
semblante
líquido
que sin
embargo
no
encallas lo que tocas.
Me
pregunto si
eres real
o simples
juegos de
palabras
o
acostumbras
siempre a
levantar
la piel
cuando te hablan
para leer
lo que dicen
las entrañas.
¿Quién te
ha dado ese poder?
¿Cómo
conoces mi nombre?
Mi sangre
voltea
en la
tensión nerviosa
todo en la
cabeza
todo en
los pies
espesándose
más y más
en una
trampa doble.
Proximidad.
Debilidad
por la luz de la palabra.
Solución y
continuidad
que ahuyenta
la
enfermedad
de los labios.
Y. M. S.
Se agradece percibir tanta sensibilidad...Nútrela, presérvala, compártela...con quienes se lo merezcan.
ResponderEliminarUn abrazo y a por 2014, con sano escepticismo.
Muy agradecido en nombre de mi parte femenina, que es quien atesora ese poder, porque lo que es este pobre escribidor, Fackel, apenas le alcanza el conocimiento para juntar media docena de palabras que signifiquen algo coherente...
ResponderEliminarMás que ir a por 2014, ya vendrá él, ya... como segunda parte de 2013.
Un abrazo