miércoles, 11 de julio de 2012

Money, money…


Dice la vieja canción:
Dinero... dinero,
el dinero hace girar el mundo
...que el mundo gire
...que el mundo gire.
El dinero hace girar el mundo
Se hace girar al mundo.

¿Cómo funciona un banco sin dinero? Pongamos que usted, que es listo y enterado, logra persuadir a su círculo más íntimo, es decir, familiares –incluidos cuñados– y amigos, para que le confíen una cierta cantidad de dinero con objeto de rentabilizarlo debidamente. No hace falta que se trate de mucho dinero, ni tampoco que sean muchas personas: con unos 50 pringaos a 6.000 € por barba habría suficiente para empezar. Les promete usted una rentabilidad que no lograrían en ninguna parte ni en sueños, y comienza a dársela efectivamente con cargo a sus propios depósitos. Pero, para no agotarlos sin más, es preciso poner el capital a funcionar: ¡enhorabuena y bienvenido al circuito capitalista! Invierte en deuda garantizada, luego en bonos de riesgo, después en operaciones financieras de dudosa legitimidad amparadas por leyes de dudosos países.

Al poco el negocio se expande, da de comer a más gente, se organiza una estructura administrativa con directivos, secretarias, sedes oficiales, coches, viajes, agentes comerciales que consiguen captar nuevos clientes que a su vez realizan aportaciones. Usted comienza a diversificar más y más las inversiones, se le hace la boca agua con las perspectivas, el mundo es tan pequeño y hay tanto donde meter la mano…

Es la estructura piramidal de marras, pero revestida de ínfulas legales. A la postre, el resultado es el mismo: mientras no se descubre el pastel, todos reciben su parte en una suerte de retroalimentación; pero, levantada la liebre por circunstancias del mercado, la mayor parte de quienes alegremente participaban en el festín ven evaporarse los suculentos manjares, incluido el montante total de sus ahorros, y solo quienes permanecieron en la cúspide –es decir, usted, que para eso tuvo la idea y montó el tinglado–, pueden poner pies en polvorosa con los maletines desbordando billetes.

Este y no otro es el funcionamiento no solo de los fraudulentos negocios levantados de la nada, sino del propio sistema financiero, del empresarial y del Sistema en sí, desde el nacional al europeo y mundial en definitiva, concebido para mantener engañadas a las masas a cambio de unas monedas. El desarrollo educativo de cualquier país, tan necesario para abortar la iniquidad, jamás llega a consolidarse precisamente por imposición y aparente lucha de poder de cualquier signo político: mejor simples y dóciles que concienciados y peligrosos.

Y ahora, después de tan extraordinaria lección de economía barriobajera, pregunto: ¿por qué un hombre le abre la puerta del coche a otro?, ¿por qué los reyes tienen lacayos?, ¿por qué alguien tiene que limpiar la mierda de otros a título particular, es decir, sin que medie cualquier tipo de servicio social? Si no sabe contestar no se aflija, porque este escribidor sabe la respuesta, no en vano formuló la pregunta y juega con ventaja: por DINERO.

¿Qué es más que usted el presidente de un banco, o un ministro, o un militar con medallas? ¿Tampoco sabe la respuesta? De nuevo, el escribidor al rescate: NADA. Solo es otro hombre, como usted, como tantos, como todos, pero con un grado de responsabilidad que le hace merecedor, en principio, de despacho, coche oficial, secretarias y una buena paga. Lo malo de todo esto es que raramente el tal individuo es digno de tantas prebendas, pues desgraciadamente su conducta, sus acciones y sus limitaciones y carencias a la hora de gestionar y solucionar los asuntos que se le encomendaron, bien por confianza bien por designación democrática, no son ni eficientes ni eficaces, cuando no claramente reprobables, incluso despreciables y hasta delictivas, como estamos ya hartos de ver.

Pues que formamos masa, queridos y pacientes lectores, que es como decir rebaño, precisamos pastores, pero no son estos por ventura quienes deberían llevarnos al redil. Todo grupo humano, sea de estructura tribal o societaria, por convención o imposición, necesita líderes, jefes que sepan conducirlos a mejores tierras, que cumplan las expectativas, que afronten los peligros con sentido común y arrojo, que den lo mejor de sí para los demás. En vez de eso tenemos peleles, títeres descabezados que abren y cierran la boca sin decir nada, sin reaccionar ante los estacazos, pero precisamente por esto su peligrosidad es extrema.

Si Europa exige medidas drásticas y aplaude las que nos imponen estos testaferros que tenemos en el gobierno –con minúscula–, entonces tengo que colegir que esta Europa de los mercaderes no es buena para nosotros: ni fronteras ni banderas, y si no, a las armas, a las barricadas, porque ahora que ETA parece por fin desaparecer, quizá haya que crear OTA (y que cada uno elija el desarrollo que más le guste para las siglas).

Sed sensatos, nos recomendaban, pero, a este paso, perderemos la vida por no perder la cabeza. Lástima que al final, como siempre, todo siga igual, como decía Serrat en la versión no censurada: 

Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.

Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre al portal
la zorra rica al rosal
y el avaro a las divisas.

6 comentarios:

  1. El sistema de organización empresarial que has propuesto, para la creación de un banco, es muy claro, seguro que figura en el Manual del perfecto Estafador. Naturalmente este manual tiene el Nihil Obstat del poder y de sus lacayos del gobierno.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. ¡Ah, Francesc, es que si cualquiera de nosotros careciera de los escrúpulos necesarios que nos inhabilitaran para convertirnos en semejantes emprendedores, estos chorizos deberían pensar en otro negocio!

      Un abrazo.

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  2. Ese caso piramidal lo soluciona la educación. ¿Ha advertido que las preferentes se las ofrecían a analfabetos funcionales? La educación no incluye exclusivamente saberes objetivos, sino sólidos principios morales, y por aquí es por donde la sociedad se desmorona..., porque se echa en falta la persona íntegra que no cede al dinero fácil, a la componenda, al chanchullo, y que es capaz de sentirse mejorada cuando la toman por tonta, por "pureta", que se decía antes. De todo esto no hablo a humo de pajas, que soy Secretario y gobierno un presupuesto, modesto, pero dineros ajenos al fin y al cabo. Y tendré pocas convicciones, pero una es inquebrantable: que antes que meter la mano en la caja, me la sajo. Gracias a esta convicción puedo ejercer. Si en algún momento hubiera advertido la más mínima debilidad, me hubiera apresurado a dimitir. Y me siguen recortando... No digo esto para presumir de nada, como bien sabrán quienes me hayan leído, sino porque me parece la actitud normal y corriente que debería presidir nuestras acciones. Todavía me irrita pensar en las reclamaciones de las avariciosas víctimas de Afinsa, que jamás se quejaron de sus cuantiosos dividendos...

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    1. Uno, que es pobre -en breve de solemnidad- y además escribidor malo, ya dimitió en tiempos ante tanta ruindad, agasajos y promesas, escamado por los tufos de podredumbre que emanaban... Seguramente por eso soy pobre, ya dos veces arruinado. Pero no es queja sino constatación; ni es súplica antes que reclamación. El goteo de aberraciones sería incesante, querido Juan, y todas, todas, devienen a la postre de una sola: la estupidez, pues ningún hombre precisa ser culto o creyente para ser honrado, pero la estulticia, ¡ah, ésa!, es madre de mansos y avariciosos por igual, por más que el destino de ambos sea divergente.

      Quien acepta el soborno, de cualquier tipo, incluso estando en juego la vida misma, habrá sentenciado no ya su final como persona honesta, sino como hombre incluso, que no le es dada, ni concedida, la enmienda al traidor, se vista como se vista. Acabo con lo que me dice mi amada y sabia esposa, leído a Octavio Paz: el dinero es la araña, y nosotros, pobres infelices, la mosca.

      Un abrazo.

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  3. Muy sabia tu esposa Javier, el dinero es la araña. Por dinero se pierde la condición humana...triste espectáculo. A pesar de todo creo aun que una parte de los pueblos, de todos, del único, está cayendo en cuenta que este sistema no funciona. No sé cuántos serán los hombres ni cuándo el momento pero si la naturaleza ha determinado que el hombre finalemnte devenga hombre así será y si la Pachamama ha decidido que este proyecto con una incipiente cortecita cerebral se pierda en el devenir de la historia, en unos cuantos miles de años(milisegundos) el hombre será solamente un recuerdo reverberando en el espacio infinito. La decisión está en nuestrras manos y no nos hemos dado cuenta.
    Un abrazo.

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    1. Gracias por el cumplido, Ana. Sí es sabia, sí (de otro modo no estaría este torpe escribidor a su lado, ¡ja, ja!), aunque olvidé en un primer momento citar la fuente de inspiración -Octavio Paz-, lo que ya corregí.

      Es verdad que muchos nos percatamos de los fallos de este injusto sistema que solamente reparte la miseria -a espuertas, además-, pero dudo de que seamos capaces de enderezar este tronco ya consolidado. ¡Lástima que esa naturaleza a que aludes, que no es sabia ni es nada, se olvidara de poner un tutor a la joven humanidad en sus inicios para que creciera erguida!

      Un abrazo.

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Sepan quantos esta carta vieren: conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos, como porque la principal cosa a que yo vine a estas partes no es acabada, e pues como estamos pobres e menesterosos, e faltos de seso e entendimiento, e porque lugar es este en que han de façer por grand voluntad la merçed los que agora son e de aquí adelante nos den su opinion...